FIJACION DEL SITIO.
La descripción escrita
Consiste en narrar por escrito, utilizando las técnicas de redacción de informes, relacionando lo que en el lu-gar de los hechos se encuentra características, ubicación geográfica o poblacionales, orientaciones, sus dimensiones y forma, los elementos o muebles que en él existen, la misma distribución en que se hallen, y por supuesto, todo lo concerniente al delito investigado incluyendo la descripción y ubicación precisa de cada indicio que se encuentre.
Es la más simple y elemental de las medidas de fijación y se halla al alcance de la policía de vigilancia, de la policía judicial (investigadores), del fiscal y de cualquier autoridad judicial que le compete investigar. Deberá ser una ayuda descriptiva del lugar de los hechos e incluirá:
— Fecha-hora y localización de la búsqueda. — Tiempo atmosférico y condiciones de luz. — Identidad de las otras personas participantes. — Órdenes e instrucciones impartidas al personal. — Condiciones y posición de los elementos materiales de prueba encontrados.
Cuanta evidencia física sea descrita, siempre se señalará su ubicación, cuando su naturaleza lo permita, también se hará referencia a su posición, orientación, forma, cantidad, etc. Es conveniente señalar que el procedimiento varía según se trate de recintos cerrados o lugares abiertos. En el primer caso, una vez abarcado el conjunto, se fijarán enseguida las vías de acceso (puertas, ventanas, etc.), continuándose con el piso, paredes, techo, muebles, herramientas, armas, proyectiles, casquillos, impactos, manchas y cadáver, si lo hay.
A fin de descubrir la evidencia que pudo haber sido ocultada por el autor o autores, se revisarán los servicios higiénicos, despensas y sitios oscuros. En segundo caso (lugares abiertos), aparte de hacer un examen minucioso del propio sitio, es aconsejable hacer lo mismo con los alrededores, aplicando los procedimientos de rastreo criminalísticos que para éstos casos están señalados. La descripción escrita es, en definitiva, lo que se denomina acta de la inspección ocular. No existe un modelo único establecido, cada cuerpo policial utiliza el suyo.
La fotografía es la constante revelación de lo que el investigador vio e incluso, a veces de lo que se dejó de ver, pues la imagen fotográfica registra lo que pasó desapercibido al ojo humano. El documento gráfico significa que en cualquier momento nos recordará de una manera fiel el lugar de los hechos y como se encontraba: cadáver, armas, manchas, huellas, etc.
El lugar de los hechos puede sufrir cambios significativos conforme pasa el tiempo, bien sea por la acción de factores cosmotelúricos, principalmente lluvia; bien por la intervención de personas ajenas a la investigación, entre otros, familiares, amigos, curiosos; por errores de investigadores descuidados o inexpertos, por ello la primera medida en el inicio de la investigación será sacar fotografías, para que de éste modo quede un registro de cómo fue encontrado el escenario de los hechos.
Para que la fotografía del lugar de los hechos sea útil desde el punto de vista criminalístico debe cumplir con dos condiciones principales: exactitud y nitidez. El documento, por lo tanto, debe reproducir fielmente el lugar fotografiado, tanto los grandes como los pequeños detalles. Las fotografías en el lugar de los hechos ayudan a captar y mostrar el estado original del mismo y sirve como registro permanente de los detalles, para que quién posteriormente las observe adquiera una percepción clara del lugar de los hechos y las disposiciones de los objetivos; además, actúan como una especie de memoria artificial. Asimismo la documentación fotográfica ofrece registros tangibles y corroborativos para la validez de las pruebas en la comisión de un delito. Es un recurso aplicable y utilizable en el futuro, con el cual el investigador podrá apreciar circunstancias o detalles que en las primeras diligencias pudieron omitirse, pero que en el transcurso de las averiguaciones podrán rescatarse con ayuda de la fotografía.
Las imágenes tomadas sirven para la elaboración de las correspondientes diligencias policiales, tanto para el acta de inspección ocular, como para la confección del correspondiente informe pericial, quedando archivadas y referenciadas en las unidades de investigación a disposición de la autoridad judicial.
La planimetría se encarga de estudiar, evaluar y representar gráficamente la forma y precisión en que se encuentra el cuerpo y cada uno de los diferentes elementos materiales de prueba encontrados en el sitio mediante el empleo de técnicas de medición que darán vida al croquis inicial y posteriormente al plano final a escala, el cual aportará información gráfica y brindará al funcionario del lugar, contorno, ubicación de muebles e inmuebles, objetos, elementos materiales de prueba y posición final del cadáver, entre otras.
El análisis de estos aspectos reviste gran importancia a la valiosa información que se le suministre al fiscal e investigadores.
Entre las principales funciones del planimetrista se encuentran las siguientes:
1. Realizar la fijación de sitios y sucesos por medio de planos, croquis y dibujos.
2. Elaborar los croquis, según la naturaleza o escenario donde se produjo el suceso.
3. Proyectar en otras dimensiones las diferentes trayectorias de proyectiles (según el caso).
4. Interpretar con un diseño a escala los objetos incriminados.
5. Elaborar reproducciones de objetos y otras especies materiales del delito, con base en las descripciones de testigos.
6. Confeccionar retratos hablados de personas buscadas con apoyo de descripciones.
El moldeado
En ocasiones se encontrarán en el lugar de los hechos, ciertos indicios consistentes en huellas negativas impresas sobre superficies blandas, como: lodo, arena, tierra suelta, nieve, etc., producidas por pisadas, calzadas o descalzas, así como por neumáticos, bastones, muletas, patas de animal, etc., para lo cual será necesario recurrir a la técnica del moldeado de huellas, a fin de levantarlas y estudiarlas comparativamente de molde contra molde.
Cuando en terreno blando se encuentran huellas de pisadas o de vehículos, o bien en soportes sólidos se aprecian huellas de fractura, aparte de describirlas, fotografiarlas y dibujarlas, es conveniente sacar el respectivo molde, pues éste complementa valiosamente los procedimientos referidos. Es conveniente no olvidar que se debe hacer un molde tanto de las huellas encontradas en el lugar de los hechos como de las producidas con el objeto sospechoso, para proceder posteriormente al confrontar molde con molde.
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